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La ciencia desmonta los mitos del yoga

  • Foto del escritor: Alba Ortuño Sierra
    Alba Ortuño Sierra
  • 26 may 2019
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 5 jun 2019

Es un hecho que el yoga se ha ido introduciendo en la vida de millones de personas en casi todo el mundo. Actualmente, es uno de los deportes más populares y en España en 2018 aproximadamente el 12% de la población lo practica, según el Instituto Sondea.


El yoga que tenemos en la actualidad es un invento del siglo XX y a lo largo de los años han ido apareciendo diferentes tipos de yoga como el Hatha Yoga, Kundalini Yoga, Bikram Yoga, Viniyoa, Hot Yoga o Acroyoga, entre otros. En la actualidad ha alcanzado tales niveles de popularidad que incluso en noviembre de 2014 la Asamblea General de las Naciones Unidas oficializó que el 21 de junio es el Día Internacional del Yoga. Lo hizo como "reconocimiento de su popularidad universal" y por ser "beneficiosa para la salud de la población mundial".


Fuente: Elaboración propia


Originario del valle del Indo, el yoga es una de las seis doctrinas del hinduismo con más de 3.600 años de antigüedad y se considera esta práctica como una forma de unir cada alma, sustancia no material, con dioses como Shiva, Visnú, Brahman y compañía, y ahora incluso con la naturaleza o el Universo, y acceder a la “liberación”. Históricamente ha sido considerada como una práctica espiritual ligada al misticismo, la magia y el ascetismo con bases religioso-filosóficas. Su práctica se hacía a través de posturas (asana) que al principio solo pretendían conseguir una posición estable y cómoda que permitiera la meditación durante largos períodos de tiempo.


No fue hasta principios del siglo XX cuando el maestro indio Tirumalai Krishnamacharya desarrolló gran parte de las actuales asanas. Lo hizo mezclando las pocas posturas clásicas con la gimnasia occidental y con otras prácticas de origen indio como el Kalaripayatu, que es un arte marcial originaria del sur de la India. Pero quien terminó de desarrollar y exportar a occidente la práctica como tal y como la conocemos hoy en día fue uno de sus alumnos: Bellur Krishnamachar Sundararaja Iyengar, quien fallecido en 2014.


Fuente: Tibet Sun

Aun siendo una práctica con más de 3.600 años de antigüedad, no fue hasta la década de los 70 que empezó a popularizarse en occidente y en los años 80 cuando se produjo el boom y comenzó a llamar la atención a la comunidad científica.


Alrededor del yoga han aparecido todo tipo de afirmaciones o creencias, que en muchos casos son erróneas y no están basadas en evidencias científicas. Entonces, ¿el yoga es tan saludable como se dice? Vamos a indagar un poco en estas supuestas ventajas del yoga:


¿Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares?

La Sociedad Europea de Cardiología en 2014 realizó un estudio sobre la efectividad del yoga para modificar el riesgo de las enfermedades cardiovasculares. En este estudio descubrieron que aquellas personas que practican yoga sí que consiguen disminuir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular, ya que su práctica mejora los niveles del Índice de Masa Muscular (IMC), regula la presión arterial, reduce los niveles de colesterol y de triglicéridos, entre otros cambios significativos.


Sin embargo, el mismo estudio también mostró que no había diferencias significativas entre los practicantes de yoga y los que hacían cualquier otro tipo de ejercicio aeróbico, como correr, montar en bici o realizar ejercicios de resistencia. Cualquier práctica de estos deportes obtienen los mismos resultados: reduce igualmente el riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.



¿Reduce los niveles de ansiedad y estrés?

Normalmente, la práctica del yoga se realiza para cuidar la salud mental. Muchas personas se inician en ella para reducir los niveles de ansiedad y estrés y, después de realizar su práctica, es la primera percepción que se tiene. Según los dos mayores estudios realizados hasta la fecha sobre estos dos aspectos, uno realizado por investigadores del Campus Alberta de Psicología Aplicada (Canadá) y otro en la Universidad de Cincinnati (EE.UU.), concluyen que sí que es cierto que el yoga les ayuda a mejorar, pero afirman que los ensayos clínicos llevados a cabo tienen "limitaciones metodológicas" y que "es necesario una investigación más rigurosa".


No se puede decir que hay pruebas concluyentes de que el yoga funciona para la mitigar la ansiedad y el estrés, ya que cualquier otro deporte que se basa en la relajación ayudaría.



¿Reduce el dolor en la espalda?

El yoga ayuda a reducir el dolor de espalda, tanto a corto como a largo plazo. La evidencia alrededor de esto es un meta-análisis realizado en 2013, en que se concluye que el yoga se recomienda como una terapia adicional para pacientes que no mejoran después de la rehabilitación y la educación que reciben para mejorar su salud de la espalda.


Pero todavía no se sabe la razón del por qué el yoga ayuda con el dolor de espalda. Una suposición es que mejora la flexibilidad y la fuerza muscular y que la relajación y la conciencia del cuerpo ayudan mitigar el dolor, pero no existen pruebas científicas de ello.


Fuente: Decathlon


¿Adelgaza?

Precisamente la practica del yoga no ayuda a quemar una gran cantidad de calorías y, por consiguiente, bajar de peso. Por ejemplo, en una sesión de una hora de Hatha Yoga se pueden quemar unas 300 calorías, frente a las 600 o 700 que puedes quemar en una sesión de Spinning, Zumba o haciendo running.


Pero sí que es cierto, que indirectamente cuando alguien se introduce en el yoga se acaban adoptando nuevos hábitos nutricionales y saludables y ello puede comportar a la reducción de peso. Aunque también cabe destacar que el yoga ayuda a tonificar los músculos y estilizar el cuerpo con las diferentes asanas.



¿Existe riesgo de lesión?

Practicar yoga no es tarea fácil y más para un principiante. Su práctica debe realizarse con la ayuda de un profesor certificado y conociendo los limites del propio cuerpo. Si se realiza de esta forma, el riesgo de lesión es bajo. Al ser una actividad sin impacto ni contacto físico, es muy difícil lesionarse, pero se deben tener conocimientos sobre la correcta ejecución de cada postura.


Ahora bien, el yoga se ha popularizado alrededor del mundo y existen muchas cuentas en redes sociales que son específicamente de yoga y muestran posturas que parecen imposibles para el cuerpo. Si se intentan hacer sin la ayuda de un profesor, con falta de técnica o con sobre esfuerzos, es muy probable que se sufra alguna lesión en las articulaciones y tendones, así como fracturas, según William Broad, autor de "La Ciencia del Yoga: Riesgos y Beneficios".


Además, de que hay que negarse a realizar ejercicios directamente peligrosos, como el sungazing o yoga solar, que consiste en mirar directamente al sol unos minutos cuando amanece o durante el atardecer, porque según algunos instructores: “transmite energía espiritual”, de lo cual, no sólo no existe demostración alguna de ello, pero científicamente sí se sabe que esta practica puede causar una retinopatía y ceguera.


Fuente: Elaboración propia

El yoga es un deporte saludable que aporta muchos beneficios, pero no debemos hacer caso a aquellos mitos que le rodean. Una buena práctica del yoga ayuda a mejorar la salud y generar buenos hábito.


Finalmente, recuerda que la información de este post y de toda la página +salud no sustituye ninguna prescripción médica.

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